Salvatierra de Esca, Zaragoza a las puertas del valle de Roncal

Los límites de la provincia de Zaragoza se extienden al norte hasta alcanzar las puertas del valle de Roncal, en Navarra. El municipio que ocupa el extremo de la provincia zaragozana es Salvatierra de Esca. Situado lejos de Zaragoza, cuya ruta más corta por carretera son 160 kilómetros, mientras que tan sólo dista 73 km a Pamplona. Su situación muy cercana a los Pirineos la hacen poseedora de una arquitectura completamente diferente a la de la mayor parte de los pueblos de la provincia.

Su antiguo asentamiento, Ovelba, fue abandonado para construir uno de más fácil defensa. De esta manera se levantó el actual Salvatierra, en la confluencia de los ríos Esca y Gabarri, sobre una pequeña elevación. Se fundó en el año 1208 por Pedro II al llamamiento de poblar la tierra salva, o libre de impuestos. Éste le concedió el fuero de Ejea y libertades con el fin de asentar la población, en una zona fronteriza en continuo enfrentamiento con Navarra. La población experimentó gran auge entre los siglos XV y XVI, lo cual queda de manifiesto en su sobrebuena* arquitectura civil correspondiente a estos siglos. Los edificios se construyeron a base de sillar con portadas doveladas, escudos nobiliarios en sus claves y ventanas geminadas.

*Sobrebueno: Excelente.

El casco urbano se organiza en torno a dos calles paralelas que recorren la loma, origen del asentamiento. Una plaza con recholau* aloja a varios edificios, entre ellos el ayuntamiento. Junto a ella otra plaza, excelente mirador del valle, sirve de antesala a la iglesia de San Salvador. La obra de piedra de sillería es de factura gótica del siglo XVI. Sobresale la torre con almenas que le confiere un aire defensivo, como muestra de la difícil etapa inicial de su historia, frontera entre tierras aragonesas y navarras. En la parte alta de la población, junto a las últimas casas, se levanta la ermita del Pilar, un sencillo edificio que conserva la decoración pictórica interior perteneciente a la segunda mitad del siglo XVI. Otro de los edificios de gran importancia en la historia del enclave es el monasterio de Fuenfría. Está situado a escasa distancia del casco urbano, en el arranque de la carretera a Castillonuevo. Fue fundado en el año 850 por el rey García García Íñiguez de Pamplona, el obispo Guilesindo de Pamplona y el abad Fortún de Leyre. Sólo quedan los robustos muros de la nave de la iglesia, que todavía conservan un arco fajón sobre la que descansaba la cubierta de madera original.

Conoce más sobre esta zona de la mano del dragón Chorche

Alta Zaragoza, una tierra mutilada por el embalse de Yesa

*Recholau, trinquete: Frontón.

Del municipio forma parte otro enclave más pequeño, la población situada más al norte de la provincia de Zaragoza. Lorbés está situado a una distancia de doce kilómetros, cuya carretera de acceso recorre el valle del río Gabarri. Ya aparece documentado en el siglo IX, con motivo del pago de diezmas al monasterio de Fuenfría. Su arquitectura también responde a la tipología pirenaica, con casas de piedra blasonadas, algunos rincones pintorescos y una modesta iglesia en la parte alta.

Uno de los lugares más espectaculares de su término municipal es la ermita de la Virgen de la Peña. Una vez abandonada la población en dirección a Burgui parte una pista de acceso restringido que recorre las faldas del monte hasta llegar a los pies del santuario. Después de recorrer el primer kilómetro, parte la senda señalizada con un poste metálico. El recorrido en constante ascenso atraviesa una zona donde se alterna matorral y árboles de mayor porte. Toma dirección al escarpe sobre el cual se ubica la ermita. En la parte intermedia comienza un pronunciado zigzagueo para salvar la elevada pendiente, ya en zona mucho más boscosa cubierta fundamentalmente por carrascas. Con ello se supera los riscos de la parte más elevada. En todo momento las vistas hacia el sur son amplias. Ya en la parte alta se comienzan a divisar los Pirineos. Sólo resta el tramo final de senda, compartiendo un pequeño tramo con la pista de acceso, para alcanzar la ermita por senda de nuevo.

La ermita de la Virgen de la Peña fue erigida en lo más alto de las sierra. En el año 1521 se creó una cofradía con el fin de poner paz entre los pastores aragoneses y navarros, cuyas disputas llegaron a provocar muertos. La Cofradía de la Virgen de la Peña estaba formada por 20 miembros de Salvatierra y 10 de Burgui. En 1628 surge la Cofradía de San José, en la cual también había integrantes de ambas localidades. La primera de ellas se extingue a mitad del siglo XX. La segunda cofradía es la sucesora y hoy en día cuenta con 25 miembros. Celebra la romería el fin de semana más cercano al 8 de septiembre, coincidiendo con las fiestas de Salvatierra de Esca. A ella se añaden otras romerías de Salvatierra de Esca, Burgui, Castillonuevo y Lorbés a lo largo del año.

El edificio actual es una construcción terminada en el año 1677, sobre otro anterior. De la fábrica despunta una sencilla espadaña. La puerta de arco de medio punto, sobre la cual hay una pequeña hornacina con la virgen, está protegida por el atrio de reciente construcción. Al interior presenta nave cubierta con bóveda de medio cañón decorada al gusto barroco. De manera anexa se encuentran las dependencias de la cofradía. Frente a la ermita se levanta otro edificio que era la antigua hospedería.

A escasos metros del santuario está el punto más elevado de la Sierra de Beldú. Marca la divisoria entre Navarra y Aragón, aunque el santuario se asiente en tierra aragonesa. La cota más alta, 1294 metros de altitud, se emplaza al borde de la foz de Burgui, surcada por el río Esca. Al otro lado, como continuación, está la Sierra de Ollate. Desde este punto las vistas son privilegiadas. Hacia el sur el valle formado por el Esca, con Salvatierra de Esca y Castillonuevo, así como la foz de Sigüés. También la sierra de Leyre y al fondo el Moncayo. Hacia el norte la cordillera pirenaica con las cumbres más elevadas del Pirineo occidental aragonés, y los valles de Roncal, Ansó y Hecho. Y hacia el este las sierras de Peña Oroel y San Juan de la Peña, además de la Canal de Berdún. Una atalaya que cuenta con unas vistas que no defraudan al visitante.

Deja un comentario