Ramón y Cajal, de ruta por Aragón hacia el Nobel

Ramón y Cajal fue un médico y científico que se especializó en la histología y anatomía patológica. Asentó las bases de la historia moderna de la neurociencia, cuyos conceptos científicos siguen todavía vigentes hoy en día. Por todo ello Cajal es considerado el padre de la neurociencia moderna. Desde niño tuvo la mente abierta, siendo travieso y muy activo. Aficionado a la lectura tuvo una gran capacidad para el dibujo y la pintura. A pesar de no poderse dedicar de pleno a esta faceta artística, entre otras cosas por la oposición de su padre, pudo desarrollar esta habilidad innata en su actividad profesional como médico e investigador. En su juventud y adolescencia desarrolló afición a la montaña y al contacto con la naturaleza. Pero también destacó por su faceta como escritor y fotero*.
*Fotero: Fotógrafo.

Su nombre completo fue Santiago Felipe Ramón Cajal, aunque él usaba Santiago Ramón Cajal. Fue universalmente conocido sin embargo como Santiago Ramón y Cajal, con la unión de los dos apellidos para distinguir su primer apellido de un hipotético segundo nombre de pila, práctica generalizada y legislada en España en el siglo XIX. Otra de las curiosidades hace referencia a su origen. El 1 de mayo de 1852 nació en Petilla de Aragón, una pequeña localidad de Navarra. Este núcleo perteneció al reino aragonés desde el siglo XI, pero pasó a manos navarras tras el incumplimiento de un préstamo de Pedro II de Aragón a Sancho VII el fuerte de Navarra. Desde 1209 su término municipal es una isla geográfica navarra en medio de territorio aragonés. Santiago Ramón y Cajal sólo vivió allí sus dos primeros años de vida, debido al destino como médico-cirujano de su padre, Justo Ramón Casasús. Él siempre se sintió aragonés tanto por la procedencia de sus padres, Justo y Antonia, naturales de Larrés (Huesca), como por su educación familiar y la vida en tierras aragonesas buena parte de su vida.

En el año 1854 se trasladan a Larrés, donde fue destinado su padre. Se trasladaron por la ilusión paterna de ejercer la medicina en su pueblo natal. Los bisabuelos de Cajal procedían de los pueblos cercanos de Isín, Larrés, Aso de Sobremonte, Acumuer y Senegüé, lo que jusfifica sus orígenes propiamente aragoneses. Allí nació también su hermano Pedro. Su estancia fue corta debido a unas desavenencias de su padre con el ayuntamiento.

Al año siguiente la familia se fue a Luna, donde ejerció su padre durante un año.


Y en 1856 el nuevo destino de su padre será Valpalmas, donde permanecen hasta el año 1960. Cuatro años de estancia en los que comenzó su aprendizaje y su pasión por la naturaleza.

Su plaza de médico rural les obliga a trasladarse a Ayerbe. En esta población termina su primera enseñanza. Sus estudios de segunda enseñanza los cursa en los Escolapios de Jaca y en el Instituto de Huesca, volviendo en las vacaciones escolares al pueblo. Su rebeldía y condición de mal estudiante hace que su padre lo ponga de aprendiz de zapatero dejando temporalmente sus estudios en 1866. Finalmente en 1869 obtiene su título de bachiller.

En el mismo año se trasladó a Zaragoza al obtener su padre la plaza de profesor de Disección y Osteología en la Escuela Libre y Regional de Medicina. A la vez su hijo inicia sus estudios universitarios de Medicina. Su padre ya le había iniciado en el estudio de la disección unos años antes en Ayerbe, con el robo de calabres* del cementerio. En Zaragoza le acompañaba en sus trabajos de disección en el Hospital de Nuestra Señora de Gracia. Una vez licenciado en junio de 1873 fue llamado para cumplir con el servicio militar obligatorio. En unos meses obtiene plaza en el Cuerpo de Sanidad Militar siendo destinado a Lérida. Un año después asciende a capitán y marcha a Cuba. Su ideal aventurero atraído por los paisajes tropicales choca frontalmente por la realidad del país dominada por el caos administrativo y las enfermedades debido a las condiciones insalubres de su destino, que le hacen contraer el paludismo. Su situación de gravedad le obliga a solicitar la licencia para volver a España en 1875, en un estado grave de deterioro físico. Cuidado por su madre y hermanas logra recuperar la salud y retoma la actividad académica como profesor en la Universidad de Zaragoza. Con sus ahorros Cajal se compra un microscopio con el que acondicionó su propio laboratorio donde inició sus investigaciones histológicas. Sus habilidades artísticas le permiten dibujar con todo lujo de detalles lo que veía a través del instrumento óptico. Y comienza a elaborar un álbum fotográfico que es utilizado posteriormente para el aprendizaje en la Universidad de Zaragoza, así como para demostrar sus investigaciones científicas. En el año 1879 contrajo matrimonio con Silveria Fañanás en la iglesia de San Pablo de Zaragoza, estando ausentes sus padres no conformes con este enlace. Tuvieron siete hijos: Santiago, Felina, Pabla Vicenta, Jorge, Enriqueta, Pilar y Luis. En el año 1885 con motivo de epidemia de cólera que castigó especialmente a Zaragoza, la Diputación de Zaragoza le regala un microscopio de alta calidad y le encarga un estudio sobre el bacilo causante de la enfermedad. Sus investigaciones no trascendieron aunque fueron anteriores al desarrollo de una vacuna unos años después por dos médicos americanos.
*Calabre: Cadáver.

En lo profesional trabajó como médico y ocupó cátedras en universidades de Valencia, Barcelona y Madrid. El año 1888 fue clave en su desarrollo como investigador. Entonces descubrió los mecanismos de conexión entre las neuronas determinando que eran células independientes cuya relación daba lugar a los impulsos nerviosos. Al año siguiente su teoría de la “doctrina de la neurona” fue aceptada en un congreso científico en Alemania. A partir de entonces comienza su reconocimiento internacional. En el año 1892 se traslada a Madrid y en 1901 establece un Laboratorio de Investigaciones Biológicas. En el año 1906 le llega el reconocimiento más importante de su vida, el Premio Nobel de Fisiología y Medicina. Uno de los ocho españoles que han logrado este galardón, siendo el único aragonés. El premio fue compartido con Camillo Golgi. Gracias al método desarrollado por el científico italiano se podían teñir las neuronas y así poder conocer su forma exacta. Se da la paradoja de que el descubrimiento de Cajal demostró que la teoría sobre las neuronas de Golgi no era cierta, determinando así que el tejido cerebral está compuesto por células individuales. Tras abandonar la docencia universitaria, en 1922 funda el Instituto Cajal de Investigaciones Biológicas, en el cual estuvo trabajando hasta su fallecimiento el 17 de octubre de 1934. Cuatro años antes le había dejado su mujer, lo cual supuso un importante golpe afectivo.

Además de sus investigaciones, trabajó intensamente en vida como docente para que su labor fuera continuada por los alumnos. A su muerte dejó cuatro legados de 25.000 pesetas cada uno para fomentar los estudios en la Universidad de Zaragoza. Legó un importantísimo fondo documental compuesto por documentos, dibujos y pinturas científicas, preparaciones histológicas y fotografías realizadas a lo largo de su carrera profesional. Entre ellos cabe destacar las 2.900 ilustraciones de sistema nervioso. Verdaderas obras de arte dibujadas a lápiz y pintadas con tinta india, que reflejan con exactitud la complejidad de las estructuras cerebrales. Todo ello está depositado en el Instituto Cajal, con sede en Madrid, que conserva el legado Cajal para ser visitado previa solicitud. Parece mentira que a pesar de la transcendencia internacional de sus investigaciones, todo ello esté guardado en un pequeño espacio. Sin duda alguna queda la asignatura pendiente de crear un museo para poder divulgar de manera permanente estos valiosísimos materiales, y facilitar la interacción con el mundo académico para poder realizar investigaciones, trabajos, tesis doctorales, cursos, conferencias y reuniones científicas.